Published 2020-07-07
How to Cite
Abstract
A fines de los años setenta del siglo xx la mayor parte de América del sur y central se encontraba bajo alguna forma de dictadura militar: salvo Colombia, Venezuela y México el autoritarismo castrense o el «gangsterismo de Estado» que Alain Rouquié y Stephen Suffern (1997) identificaron en Nicaragua, campeaban de manera decisiva. En ese momento, las economías nacionales mostraban muchos de los mismos rasgos de las décadas anteriores: crecimiento basado en el mercado interno, predominio de las actividades industriales y dirigismo económico. Estos dos aspectos se modificarían muy rápidamente en los siguientes años. En las dos últimas décadas del siglo xx se alteraron de manera simultánea los regímenes políticos y las economías latinoamericanas. Las dictaduras dieron paso a diversos regímenes democráticos, empezando por Perú en 1980 y terminando en Chile y Paraguay en 1989. Y la crisis de la deuda externa y el despliegue de las reformas neoliberales —comenzadas por las propias dictaduras en Chile, Uruguay y Argentina— transformaron radicalmente la economía de la región, especialmente en los años noventa, dando paso a estructuras muy vulnerables a los vaivenes del capital financiero transnacional.