TY - JOUR AU - Viera Cherro, Mariana PY - 2022/01/20 Y2 - 2024/03/28 TI - De la reproducción que tenemos a la reproducción que queremos. «Mercados reproductivos: crisis, deseo y desigualdad», de Sara Lafuente Funes. Navarra, Editorial Katakrak Liburuak, 2021, pp. 296. JF - Encuentros Latinoamericanos (segunda época) JA - Enclat VL - 5 IS - 2 SE - Reseñas DO - 10.59999/5.2.1442 UR - https://ojs.fhce.edu.uy/index.php/enclat/article/view/1442 SP - 240-243 AB - <p>«¿Qué reproducción queremos?» Esta es la pregunta que inspira el libro que Sara Lafuente Funes nos presenta; un libro que aborda la reproducción desde la teoría y la praxis feminista. Desde la teoría feminista, porque recupera ideas y conceptos que para el feminismo son imprescindibles para analizar la reproducción —procreación y cuidados—; porque hay una preocupación central en evidenciar las relaciones de poder sexo-generizadas implicadas en estos procesos, y porque estas relaciones se piensan en intersección ineludible con otras, principalmente la clase y la raza. Es una teoría para la praxis, porque abre preguntas para pensar y pensarnos en relación con esta dimensión social, poniendo en un primer plano la vida y cuestionando las desigualdades implicadas en su producción y reproducción. Por ello, a pesar que la autora advierte de que no se trata de «…&nbsp;un manifiesto por otra reproducción posible…» (Lafuente Funes, 2021, p. 39), en alguna medida lo es: un manifiesto teóricamente fundamentado y con algunas perlas literarias que abonan esta utopía.<br>La obra parte de identificar una tensión central entre el capital y la vida que resulta del modo en que actualmente nos reproducimos, marcado por una creciente mercantilización de todos los procesos sociales, entre ellos la reproducción. El capitalismo individualiza, jerarquiza y mercantiliza la vida, y en ese proceso genera desigualdades e injusticias; esta es la verdadera crisis reproductiva, advierte la autora, y no, como suele concebirse desde el sentido común, los bajos índices de natalidad. La crisis reproductiva entendida como ausencia de crecimiento poblacional silencia fenómenos como la «estratificación reproductiva» (Ginsburg y Rapp, 1991) y la «infertilidad estructural» (Marre, 2009). También silencia la falta de atención oportuna y de calidad a la salud sexual y reproductiva (Luna, 2005) y las contradicciones que se presentan entre el deseo de hijos, la penalización de la maternidad en la carrera laboral y la continua idealización de la maternidad como un destino natural y esperable para todas las mujeres (Lafuente Funes, 2021). Atender estos fenómenos poniendo el foco en la «justicia reproductiva» obliga a salirse de argumentaciones centradas en la atención al deseo (reproductivo) o a los derechos (reproductivos). El deseo es, en este contexto capitalista y neoliberal, que lo concibe en clave individual y lo resuelve de manera mercantilizada —como advierte la reconocida economista feminista que prologa la obra, Amaia Pérez Orozco—, «…&nbsp;más un privilegio a desmontar que un derecho a garantizar» (Pérez Orosco en Lafuente Funes, 2021, p. 26). La crisis, el deseo y la desigualdad, la tríada que compone el subtítulo del libro, deben abordarse de forma indisociada.<br>El libro articula dos dimensiones en el análisis de los procesos reproductivos que la autora había analizado en trabajos previos: la dimensión simbólica, relativa a las concepciones de género implicadas en la reproducción, y la dimensión económica, que hoy interviene en los procesos reproductivos configurando lo que se ha comenzado a definir como bioeconomías reproductivas (Pavone, 2012; Waldby y Cooper, 2010).<br>El interés por las concepciones de género que median en las maneras de pensar y también de intervenir en los procesos reproductivos fue el foco principal de su investigación doctoral. En esa investigación Lafuente Funes demuestra, a través de un trabajo de campo con especialistas en biotecnologías y en las aulas en las cuales estas técnicas se enseñan y se aprenden (Lafuente Funes, 2017), el binarismo heterosexual que modela las maneras en que se concibe al cuerpo, la reproducción y el parentesco, lo cual tendrá directas consecuencias a la hora de las intervenciones biomédicas para la reproducción. En articulación con este énfasis, Lafuente Funes aborda, en el presente trabajo, la dimensión económica de estas biotecnologías, de la que ya hablaba Sara Franklin en su libro pionero <em>Embodied progress…</em> (1997), pero que hoy cobra dimensiones globales constituyéndose en una bioeconomía (Pavone, 2012; Waldby y Cooper, 2010) en la que los <em>mercados reproductivos</em> resultan nichos clave.<br>En los últimos años han sido varios los trabajos que han puesto el foco en el carácter bioeconómico de las biotecnologías reproductivas (Pavone, 2012; Waldby y Cooper, 2010), en la constitución de mercados reproductivos (Waldby y Cooper, 2008; Álvarez y Pichardo, 2018), analizando las condiciones capitalistas y neoliberales que sostienen la reproducción biotecnológicamente mediada, aunque también los procesos no mediados por las biotecnologías, como los cuidados.<br>Lafuente Funes nos propone pensar, a manera de un <em>continuum</em>, el trabajo reproductivo en el contexto de las biotecnologías reproductivas, con el trabajo de cuidados que también, en el capitalismo neoliberal, se encuentra hoy individualizado y mercantilizado. Más allá de las particularidades de cada uno de estas actividades, y de la pertinencia o no de hablar de trabajo afectivo con relación a prácticas como la ovodonación o la <em>gestación por sustitución</em> —este es el concepto que elige Lafuente Funes—, la autora señala que ambos tipos de trabajo se sostienen en mandatos de género y desigualdades socioeconómicas resultado del capitalismo global, que no solo las posibilitan, sino que las abaratan. El capitalismo capitaliza altruismo, precariedad e informalidad, condiciones comunes a las tareas feminizadas.<br>Las desigualdades a escala global que dan forma al trabajo biotecnológico para la reproducción han sido definidas por Laurence Tain (2013) a partir del concepto de <em>cadena mundial del trabajo reproductivo</em>. Considerar el trabajo reproductivo como parte de esta cadena implica sopesar las relaciones entre las políticas nacionales, los tránsitos internacionales (de personas y también de materiales biológicos como óvulos o esperma), y su impacto en las vidas de las personas. Solo para poner un ejemplo actual, en mayo de 2020 nos llegaba la noticia de 35 bebés, nacidos por gestación por sustitución, que habían quedado varados en Ucrania por las restricciones de tránsito internacional a consecuencia de la pandemia de covid-19 (BBC News, 2020). La autora de este libro nos propone también pensar el impacto de esta cadena en lo que hace a los cuerpos reproductivos advirtiendo que «…&nbsp;el impacto del colonialismo biológico sobre los cuerpos de las mujeres más pobres y racializadas podría ser muy alto» (Lafuente Funes, 2021, pp. 132-133).<br>En el marco del denominado <em>trabajo reproductivo, </em>Lafuente Funes prioriza para el análisis lo que denomina «transferencia de capacidades reproductivas» —fundamentalmente provisión de ovocitos de donación y gestación por sustitución—, porque es en estos procedimientos donde, entiende, se hacen más evidentes las desigualdades socioeconómicas. Son estas desigualdades, según la autora, las que hacen posibles estas prácticas, por lo menos en España, que es el país que ella toma como referencia, para poner en diálogo lo que sucede allí con lo que ocurre en otras geografías. ¿Transferimos una capacidad o un material biológico? El aumento del éxito de las intervenciones biotecnológicas con ovocitos de mujeres jóvenes abona, entre otros argumentos, la idea de la transferencia de una capacidad: en este caso, la de engendrar. Pero más allá de estar en acuerdo o desacuerdo con el concepto que se propone, el libro abre preguntas, muestra evidencias y atiza el debate.<br>Al final del texto, y en el entendido de que los impactos sociales y personales de la actuación biotecnológica para la reproducción deben considerarse en virtud de los contextos sociales y de las maneras gestionar la transferencia de capacidades reproductivas, Lafuente Funes presenta tres modelos de relacionamiento entre el mercado y los procesos reproductivos biotecnológicamente mediados. Un modelo «altruista tradicional» (Lafuente Funes, 2021, p. 237), en el cual estas transferencias quedan fuera del mercado y se desarrollan en el marco de relaciones afectivas. El «modelo altruista con compensación económica» (Lafuente Funes, 2021, p. 239), quizás el más extendido. En este modelo la transferencia de capacidades reproductivas se «compensa» económicamente:, pero el concepto de compensación suele ser amplio y ambiguo, oficiando como un paraguas que alberga prácticas diversas, en el que la retribución una «compensación» y no un pago, el modelo explica la disposición a la transferencia de capacidades reproductivas como resultado del «altruismo», lo cual no permite complejizar las desigualdades socioeconómicas que sostienen en muchos casos esta disposición. Por último, «el modelo comercial o laboral» (Lafuente Funes, 2021, p. 243), que explícitamente reconoce estas tareas como un trabajo y las compensa en tanto tal. Cualquiera de estos tres modelos supone problemas a plantearse, problemas que la autora deja esbozados a modo de preguntas, y auguran un presente y futuro reproductivo posible. Como tantas veces hemos recalcado quienes investigamos en estos temas desde las ciencias sociales, lejos de ser un asunto a resolver por parte de expertos se trata de un debate que debería implicar a la sociedad toda ya que se trata de algo, tan sensible como definir en qué condiciones producimos vida, quiénes nos implicamos en su reproducción, de qué maneras y estableciendo qué tipo de relaciones.</p> ER -