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Broquetas, Magdalena; Caetano, Gerardo (coords.). (2022) Historia de los conservadores y las derechas en Uruguay. Guerra fría, reacción y dictadura
Claves. Revista de Historia, vol. 9, núm. 16, pp. 1-7, 2023
Universidad de la República

Bibliográficas

Claves. Revista de Historia
Universidad de la República, Uruguay
ISSN-e: 2393-6584
Periodicidad: Semestral
vol. 9, núm. 16, 2023


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Broquetas Magdalena, Caetano Gerardo. Historia de los conservadores y las derechas en Uruguay. Guerra fría, reacción y dictadura. 2022. Montevideo. Ediciones de la Banda Oriental

El segundo tomo coordinado por Magdalena Broquetas y Gerardo Caetano -dentro de un amplio proyecto que recientemente publicó su tercer tomo-, supone nuevamente un aporte fundamental para el campo de estudios sobre las derechas en el Uruguay. Manteniendo un elemento distintivo del proyecto, el libro agrupa a una gran cantidad de investigadores/as nacionales e internacionales, que recorren en este caso el período comprendido entre 1945 y 1985. Durante esos años, sus autores repasan «las ideas, las prácticas, los discursos, las representaciones y los ámbitos de acción del liberalismo conservador y el nacionalismo antiliberal, las dos grandes vertientes de derecha que se habían perfilado y afianzado en Uruguay durante las tres primeras décadas del siglo XX».

La obra consta de 23 capítulos independientes, agrupados bajo tres secciones diferentes. La primera de ellas, titulada «Las derechas y las masas», analiza los impactos locales de la Guerra Fría, ofreciendo una mirada a organizaciones y movimientos políticos y sociales comprendidos dentro del período iniciado en la inmediata posguerra, hasta mediados de los cincuenta. En ella se destaca la preocupación de las derechas uruguayas frente a dos fenómenos que se planteaban como novedosos hacia final de la década de 1940: la consolidación de un movimiento sindical vigoroso y cuantitativamente significativo, y el retorno del batllismo reformista a las altas esferas del gobierno.

La sección es iniciada con el capítulo del historiador estadounidense Patrick Iber, el cual analiza la Guerra Fría como un conflicto global, pero también como una experiencia regional e interamericana, profundizando sobre el lugar de Uruguay en dicha coyuntura. Utilizando varias escalas espaciales de análisis y una larga periodización que se extiende desde la posguerra hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, el capítulo cumple un rol introductorio útil para entender el resto de los trabajos del libro. Luego, Pablo Ferreira y Felipe Monestier reconstruyen la experiencia de la lista 14 del Partido Colorado, fracción surgida tras la muerte de José Batlle y Ordóñez y liderada por los hermanos Batlle Pacheco, que comenzó a consolidarse como tal durante la oposición al régimen de Gabriel Terra. A pesar de identificar la reivindicación de ciertos aspectos de la ortodoxia batllista, los autores rastrean la progresiva adopción de posiciones cada vez más conservadoras, para luego asumir una postura anticomunista radical, abiertamente empresista, crítica de las organizaciones sindicales y justificadora de la represión de la protesta social, lo que, según ellos, la convirtió en una de las principales expresiones de la derecha uruguaya de la segunda mitad del siglo XX.

María Laura Reali y Matías Borba estudian el itinerario político del herrerismo tras el final de la Segunda Guerra Mundial, indagando sobre su rol opositor al batllismo reformista, así como también sobre sus estrategias de construcción de poder al interior y exterior del Partido Nacional, las cuales lo llevaron al triunfo en las elecciones de 1958 mediante una alianza con la Liga Federal de Acción Ruralista. A su vez, reconstruyen los posicionamientos del herrerismo en materia internacional, marcados por las tensiones y complejos equilibrios fruto de una doctrina conformada tanto por el conservadurismo social, como el nacionalismo y el antiimperialismo. El capítulo de María Inés Moraes y Agustín Juncal indaga sobre la Liga Federal de Acción Ruralista, analizando su génesis, las figuras centrales de Domingo Bordaberry y Benito Nardone, su ideario político-ideológico, repasando su momento de auge -alianza y gobierno herrero-ruralista- y posterior caída -elecciones de 1962 y muerte de Nardone en 1964-.

Daniel Gómez Perazzoli reconstruye el derrotero del Partido Nacional Independiente entre 1942 y 1958 a partir de su duro conflicto y alteridad con el herrerismo, pero también, a partir de las progresivas adopciones de posiciones anticomunistas, en favor del orden frente a la creciente conflictividad social del país, y por el importante rol de sus integrantes en el alineamiento incondicional del Uruguay con el bloque occidental liderado por EEUU, y dentro del escenario regional panamericano, por su fuerte militancia antiperonista. Vinculado con este último aspecto, el capítulo de Fernando Adrover, el cual da cierre a esta primera sección de la obra, repasa las diferentes miradas de las derechas uruguayas sobre el peronismo, fundamentalmente aquellas que se encolumnaron bajo la categorización de este como un «fascismo» o «totalitarismo». Asimismo, analiza como las derechas antiperonistas uruguayas -especialmente las facciones del coloradismo y el nacionalismo independiente- recurrieron a los viejos marcos ideológicos del antifascismo y al nuevo discurso anticomunista de la Guerra Fría, para a través de ellos disputar el campo político local frente al herrerismo y el ruralismo, a quienes los identificaban como aliados del peronismo en el Uruguay.

La segunda sección de la obra, titulada «Radicalización y anticomunismo», tiene como eje de los capítulos la «radicalización de los actores sociales y políticos de derecha, así como la exacerbación de su anticomunismo, que, sin ser novedoso, adquirió una centralidad y una virulencia desconocidas desde la segunda mitad de los años cincuenta». Con dicho eje, los capítulos de esta sección abarcan el período iniciado en 1958 con la victoria electoral del herrero-ruralismo, hasta el golpe de Estado de junio de 1973.

El primero de los capítulos, escrito por Matías Rodríguez Metral, analiza el cruce de caminos entre el batllismo y el liberalismo económico producido a inicios de los años sesenta y conocido comúnmente como «el viraje de la 15». El autor estudia como el batllismo reformista, asociado a la «lista 15» del Partido Colorado y hegemonizado por el liderazgo de Jorge Batlle Ibáñez tras la muerte de Luis Batlle Berres en 1964, abandonó su mirada estatista y dirigista de la economía, y adoptó elementos del liberalismo conservador en materia política y social, e ideas y propuestas programáticas de fuerte influencia liberal en materia económica. El siguiente capítulo, a cargo de Magdalena Broquetas, investiga el auge del conservadurismo social y el anticomunismo durante los gobiernos colegiados blancos, entre 1959 y 1967, a través de las propuestas surgidas para enfrentar la crisis estructural del país, el auge de la conflictividad social, y el surgimiento de una retórica del «enemigo interno» vinculada también a la modernización de las fuerzas de seguridad uruguayas con apoyo e instrucción proveniente de los Estados Unidos. También durante esos años, aunque extendiéndose hasta 1973, María Eugenia Jung analiza como las derechas partidarias, sectores católicos, la diplomacia estadounidense y agrupaciones estudiantiles, de egresados y docentes, concibieron a la Universidad de la República como un foco de «caos» e «infiltración marxista». La autora repasa el proceso de radicalización de dichas posturas, analizando el pasaje de la confrontación discursiva al plano de la violencia, y la articulación de las diferentes organizaciones entre sí para idear estrategias y proyectos con el objetivo de -según estos- «recuperar la Universidad».

El capítulo de Gabriel Bucheli repasa la trayectoria de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), creada en 1968 como parte del vasto movimiento de reacción de las derechas emanado de la sociedad civil en el marco de la «crisis nacional» y el creciente clima de polarización social y política. Constituyendo una de las puntas de lanza de la movilización de las derechas, Bucheli analiza el origen, periplo y marco doctrinario de la JUP. El último capítulo de esta sección, escrito por Néstor Da Costa y Nicolás Iglesias Schneider, estudia la reacción conservadora al interior de las iglesias uruguayas frente al denominado «cristianismo liberacionista», presente en el protestantismo y el catolicismo e influenciado por el Concilio Vaticano II. En él, analizan sectores pertenecientes al catolicismo integrista, tradicionalista e hispanista, así como también sectores del fundamentalismo evangelical, quienes desplegaron una serie de prácticas y discursos con el objetivo de denunciar y erradicar la «infiltración comunista» al interior de las iglesias uruguayas, dentro del marco de la Guerra Fría.

La tercera sección de la obra, bajo el título «Civiles y militares en dictadura», supone la sección más extensa del tomo. Esta se «circunscribe al período de la dictadura (1973-1985), presentando un panorama amplio y diverso de quienes justificaron la ruptura institucional de 1973 y luego incidieron en las políticas estatales posteriores desde distintos ámbitos, en procura de consensos sociales en torno a -de acuerdo a sus propios discursos- la construcción de un “Nuevo Uruguay”». De esta manera, los capítulos que la conforman buscan evidenciar la convivencia durante este período, de actores políticos y sociales representativos de las vertientes liberal conservadora, nacionalista antiliberal y del autoritarismo militar, en la conducción del régimen civil-militar.

La sección se inicia con el capítulo de Julián González Guyer, el cual analiza el curso que condujo a los militares uruguayos al golpe de Estado y la dictadura. Reconstruye el proceso que impulsó a que entre la oficialidad militar se desarrollaran e impusieran ideas antidemocráticas y fuertemente anticomunistas, que comenzaron a concebir a la sociedad como entidad ajena y peligrosa, en cuyo seno anidaría un «enemigo interno» que sería preciso destruir. Luego, Marcos Rey recorre los itinerarios anticomunistas de Jorge Pacheco Areco y la dirigencia pachequista durante 1973 y 1985, repasando como, marginados o dispersos en puestos jerárquicos del régimen desde 1973, se volvieron a reunir como fracción del Partido Colorado a partir de 1980, aportando pistas sobre las alianzas civiles y militares del régimen. También reconstruyendo trayectorias, aunque en este caso una única en particular, Carlos Demasi estudia el papel jugado por Juan María Bordaberry tras el golpe de Estado de 1973, su proyecto político y de poder a la interna del régimen, sus tensiones con las Fuerzas Armadas y su posterior salida de la dirección del gobierno en 1976.

Por otro lado, el capítulo de Javier Correa Morales analiza una serie de estrategias gubernamentales impuestas por el gobierno civil-militar que buscaron aportar legitimidad al mismo, poniendo el foco especialmente en la composición y desempeño de las Juntas de Vecinos, en tanto organismo inconstitucional que sustituyó a las Juntas Departamentales tras el golpe de Estado. El capítulo de Leonor Berná examina las principales matrices ideológicas de las reformas educativas del gobierno autoritario, haciendo énfasis en las influencias de la derecha tecnocrática y la derecha nacionalista, entendiendo que la «etapa comisarial» del régimen estuvo acompañada también de unas tempranas intenciones fundacionales en el ámbito de la enseñanza. Álvaro Sosa estudia el conjunto de medidas impulsadas durante el período de facto que pretendieron transformar de manera radical la organización y el funcionamiento de los sindicatos y las relaciones laborales en el país, analizando especialmente aquellas medidas de carácter normativo, las concesiones a los sectores gremiales afines al régimen, y las acciones de tinte paternalista que tuvieron como objetivo ganar simpatía entre los trabajadores de base.

Néstor Da Costa, Álvaro Martínez y Fernando Ordóñez analizan el derrotero de las derechas católicas durante la dictadura, a partir del rechazo del Concilio Vaticano II y la reacción a la interna de la comunidad católica uruguaya frente a la renovación eclesial asociada a los procesos sociales de liberación. El capítulo de Virginia Martínez estudia las estrategias y herramientas desplegadas por el gobierno civil-militar en el campo de la comunicación y la información, a partir del análisis de la política gubernamental dirigida hacia los medios de comunicación, repasando las normas, decretos, acciones psicológicas, prácticas informales de presión y amenaza, así como también la creación de un organismo interinstitucional para regir la comunicación del Estado. Mauricio Bruno estudia la composición del proyecto editorial de la revista Búsqueda, su concepción de la prensa, contenidos y acciones que propuso o ensayó para intervenir en el campo cultural uruguayo, en tanto revista que cumplió un rol fundamental a lo largo del período como promotora y defensora del neoliberalismo en el país. Repasando la historia de otro medio de prensa importante, Gerardo Albistur reconstruye el papel del diario El País como sustento comunicacional y defensor del régimen, y también, en tanto impulsor de un modelo de democracia particular que, en clara connivencia y colaboración con la dictadura, adoptó elementos particulares.

Sobre el final, el capítulo de Patrice McSherry repasa en clave de Guerra Fría los fundamentos ideológicos y políticos de la Doctrina de la Seguridad Nacional, y su implementación práctica mediante el estudio de los mecanismos de aplicación sistemática utilizados como parte del terrorismo de Estado -denominados «Operación Cóndor»- por las dictaduras civil-militares del Cono Sur. Por último, el capítulo de Aldo Marchesi y Vania Markarian analiza el lugar de la dictadura en la tradición de las derechas uruguayas a partir de, primero, una reflexión profunda sobre el campo de estudios vinculado al período autoritario y el pasado reciente; sobre las vertientes de las derechas que convergieron en la formulación y sostenimiento del poder durante el proceso dictatorial; en tercer lugar sobre las divergencias y posteriores posibles memorias vergonzantes sobre su protagonismo; y por último, desplegando una serie de interrogantes e hipótesis vinculadas a las construcciones de identidad de las derechas uruguayas contemporáneas.

En este nuevo tomo, la obra vuelve a desplegar de manera coherente y muy bien articulada los puntos fuertes del proyecto dentro del cual se inscribe, destacando la utilización de escalas espaciales que permiten analizar las experiencias uruguayas en clave de Guerra Fría global y regional, sin perder las especificidades de los procesos locales. Además, su larga periodización y heterogeneidad de enfoques teórico-metodológicos permite evidenciar continuidades, rupturas y reformulaciones al interior de los actores y espacios de las derechas uruguayas en este contexto. ◊



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