Bibliográficas
Clarel de los Santos (2019) Elecciones entre sables y montoneras. Uruguay, 1825-1838
Claves. Revista de Historia
Universidad de la República, Uruguay
ISSN-e: 2393-6584
Periodicidad: Semestral
vol. 6, núm. 10, 2020
Este libro de Clarel de los Santos es una adaptación de su tesis maestría, defendida en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República en 2017, que obtuvo el primer premio en el concurso Tesis de Historia que organizó la Asociación Uruguaya de Historiadores (AUDHI). Por ello, se trata de una investigación rigurosa y novedosa sobre un tema escasamente tratado por la historiografía local, que contribuye a la renovación de los estudios historiográficos del siglo XIX en la región.
Clarel de los Santos se propuso analizar la vida política en la Provincia Oriental/Uruguay entre 1825-1838: un período fermental para la conformación de los estados en el espacio rioplatense. Lo hizo a través del estudio de las formas de legitimación del poder que emergieron con el triunfo revolucionario, los tipos de representatividad política y la participación ciudadana en elecciones. Para lo cual recurrió a un nutrido marco teórico e historiográfico que enriqueció el análisis del corpus documental relevado.
Es destacable el relevamiento amplio y exhaustivo de documentación edita e inédita que evidencia la obra. El cruce de información de fuentes históricas diversas permitió al autor un análisis profundo —y menos lineal— del tema de estudio. Merece una mención especial la sistematización de los datos electorales de los departamentos seleccionados, que le permitió avanzar en el conocimiento del número y tipo de electorado. Así como interpelar con nuevas evidencias las tradicionales interpretaciones historiográficas sobre este aspecto. Pues si bien la participación electoral fue escasa en número, las elecciones en sí cobraron relevancia en los círculos de poder.
La obra está dividida en cinco capítulos. En el primero de ellos, el autor analiza las prácticas electorales de la Provincia Oriental. Nos muestra la complejidad que supuso la incorporación de prácticas republicanas liberales en un cuerpo político marcado aun por la tradición monárquica. Aspecto que se refleja en el sentido otorgado al voto, que revistió una forma nueva de expresar un antiguo principio que era el del consentimiento. Según el autor, «los votantes lo hacían como un modo de prestar adhesión al gobierno o referente político que los representaba y normalmente se conformaba validando con su voto a los candidatos seleccionados para cada ocasión».
En el segundo capítulo, se estudia las nuevas formas de representación política que se abrieron con el proceso de construcción estatal en la región. Para lo cual se detuvo en las discusiones teóricas e historiográficas sobre ciudadanía, representación política y elecciones en la primera mitad del siglo XIX. Asimismo, se analiza un aspecto clave en la vida política de esos años: la relación entre los caudillos y los círculos de notables. Una relación atravesada por la tensión y la mutua necesidad, en un contexto convulsionado por la guerra y la convivencia de múltiples formas de representatividad. En efecto, la obra permite identificar las diversas formas de acción política ensayadas por quienes constitucionalmente quedaban por fuera de la posibilidad de sufragar o por grupos que no encontraban en el sufragio la forma de hacer oír sus reclamos.
El capítulo siguiente refiere a la Constitución de 1830, la legislación electoral y la fisionomía socio-cultural del electorado. En 1829, al momento de conformar la primera legislatura constitucional, el 96% de la población quedaba por fuera del derecho al sufragio. De los Santos, demuestra que se construyó una ciudadanía lo suficientemente amplia para legitimar al gobierno, pero con limitaciones que excluían a los sectores subalternos. Según el liberalismo censitario de la época, «la propiedad y la educación eran los principios que debían igualar a los ciudadanos». En el estudio que se realiza sobre el perfil socio-cultural del electorado, se constata las continuidades entre quienes actuaron políticamente como súbditos (los vecinos) en el orden colonial y los ciudadanos electos en las nacientes repúblicas.
En la cuarta parte de la obra se alude a los roles y prácticas presentes en el entramado político electoral. De los Santos, nos traslada a un acto eleccionario de los primeros años de la vida independiente del país y nos permite dimensionar el relevante rol de los alcaldes ordinarios y los jueces de paz en el proceso eleccionario. Así como comprender la relación de estos con la «notabilidad» y con los jefes militares que devinieron en caudillos. Por otra parte, el estudio de las elecciones le permitió comprobar como las frecuentes prácticas fraudulentas favorecieron la violencia política. Siguiendo con el autor, esta incidió negativamente en la construcción de ciudadanía y condujo «a que las elecciones fueran sumisas jornadas de adhesión o consentimiento al poder político en medio de enfrentamientos entre bandos rivales, protagonizados por minorías militantes activas dispuestas al combate electoral». En momentos de crisis política, se percibió con mayor claridad que la apatía electoral no implicaba un desinterés absoluto por la política, sino que no se consideraba «conveniente o recomendable inmiscuirse en las lides electorales» para incidir en sus resultados.
El último capítulo cierra el período de estudio con el análisis del contexto que condujo nuevamente a la guerra en la región platense. En él, Clarel de los Santos deja entrever la problemática historiográfica sobre el origen de los partidos políticos tradicionales de Uruguay: Blanco y Colorado. Sin cerrar el tema, reflexiona sobre la necesidad de trascender las visiones simplistas y partidarias. Para ello propone insertar los conflictos «partidarios» del novel Estado en el convulsionado proceso de construcción estatal regional.
Este libro cubre un vacío historiográfico sobre las elecciones en Uruguay en la primera mitad del siglo XIX. Lo hace dando cuenta de los debates teóricos e históricos en torno a la representatividad política y la construcción ciudadana. Al tiempo que abre caminos para futuras investigaciones sobre las redes políticas partidarias que operaron a un nivel menos visible en los ámbitos locales; las características del electorado en otras regiones del país; las influencias ideológicas y partidarias que desconocieron las fronteras estatales. Invita, también, a continuar profundizando en la relación entre los actos eleccionarios y los alzamientos armados. Por último, destacar que esta obra nos permite dimensionar lo importante que resulta poner en contexto una práctica política, como las elecciones, que por lo habitual se la suele valorar de un siglo a otro con un gran anacronismo.♦