CLAVES. REVISTA DE HISTORIA
VOL. 11, N.° 20 – ENERO – JULIO 2025
ISSN 2393-6584 - MONTEVIDEO, URUGUAY
Pp. 1 -5
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Matías Rodríguez Metral
(2024)
Batllismo y liberalismo
económico. De la derrota de la
Lista 15 al ascenso de Jorge
Batlle (1958-1966)
Montevideo, Ediciones de la Banda
Oriental, 157 páginas.
Carlos Demasi
1
Universidad de la República
Uruguay
La figura de Jorge Batlle es una de las que domina el espacio político
uruguayo en el último tercio del siglo XX y comienzos de este siglo. Su enorme
capacidad para construir agenda y para configurar debates tenía el raro
complemento de una manifiesta dificultad para controlar los efectos de sus
propuestas, de las que generalmente terminaba siendo víctima principal.
Siguiendo sus discursos, podía parecer un político intuitivo, muy afecto a desafiar
al auditorio y a pasar casi sin transición de la exposición seria y prolija a la frase
bromista. Estos aspectos podrían incorporarlo al anecdotario, pero sin duda eran
1
Carlos Demasi es investigador nivel II (Sistema Nacional de Investigadores), profesor de
Historia egresado del Instituto de Profesores Artigas (IPA), licenciado en Historia de la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República (FHCE, Udelar), magíster en
Estudios Latinoamericanos (FHCE, Udelar). Fue docente en el IPA y en el Centro de Estudios
Interdisciplinarios Uruguayos (FHCE, Udelar), integrante del Grupo de Estudios
Interdisciplinarios del Pasado Reciente. Ha publicado numerosos artículos, capítulos de libros y
libros como coautor o autor. Entre estos últimos: La lucha por el pasado. Historia y nación en el
Uruguay, 1920-1930 (2004), El 68 uruguayo: el año que vivimos en peligro (2019) y El Uruguay
en transición (1981-1985). El sinuoso camino hacia la democracia (2022).
MATÍAS RODRÍGUEZ METRAL: BATLLISMO Y LIBERALISMO ECONÓMICO…
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solo un emergente de una personalidad mucho más compleja, que el libro de
Matías Rodríguez Metral ayuda a desentrañar.
Pero la intención del autor es la de describir el proceso del «giro
ideológico» de la Lista 15, que pasa de una política intuitivamente industrialista,
intervencionista y redistributiva a una propuesta tecnicista de fuerte base liberal.
Eso, mientras define su lugar como principal sector de la oposición. Para eso el
autor moviliza un panorama mucho más amplio que involucra aspectos
económicos y sociales además de la dimensión política en la que se mueve el
personaje central de esta historia. Los años de formación y de ascenso de la figura
de Jorge Batlle son los del final de la prosperidad neobatllista y el comienzo de la
crisis económica, el resurgimiento de la guerra fría que el Uruguay había podido
pilotear con cierta fortuna a comienzos de los cincuenta, pero que reaparecía en
un mundo diferente diez años más tarde, mientras transitaban los colegiados
blancos, producto de derrotas electorales que configuran el declive de la fortuna
política de Luis Batlle Berres. Es decir que este estudio muestra el viraje
programático de la 15 en medio de traumáticas derrotas electorales, pero también
un relevo de liderazgos; y estos procesos nunca son del todo pacíficos.
Rodríguez Metral organiza este material en seis capítulos que siguen una
ordenación cronológica. Luego de un breve primer capítulo, «Las
transformaciones programáticas de la 15 como tema», los dos capítulos siguientes
están dedicados a analizar los efectos de las dos derrotas electorales consecutivas,
la de 1958 y la de 1962. Es interesante ver el paisaje de la política de la época tal
como se refleja en la documentación y en los testimonios que recoge Rodríguez
Metral: la derrota electoral parecía imposible en 1958 por lo que el recuento de
votos los ubicó en el rol de «minoría», una experiencia para la que carecían de
preparación. El potente liderazgo de Luis Batlle impuso el error del electorado
como explicación de la derrota, lo que también definió una estrategia: alcanzaba
con señalar los traspiés del gobierno para que el electorado recapacitara y en la
elección siguiente los devolviera al poder. El eslogan electoral que usó el sector
en aquella elección ―«Ahora que sabe lo que son, ayúdelos a irse votando la 15»―
es un reflejo de la ingenua confianza de la dirigencia. Pero la reiteración del
fracaso electoral en 1962 dejó a la vista que había problemas más profundos que
era necesario atacar con otras armas; y esto implicaba cuestionar el liderazgo de
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Luis Batlle, defensor permanente de la teoría del «error» del electorado. El
impacto de las dos derrotas consecutivas (y las tensiones internas que se fueron
acumulando) es repasado con cuidado por el autor, hasta llegar a la inesperada
muerte de Luis Batlle en julio de 1964. La revisión anterior muestra hasta qué
punto Luis Batlle era el único articulador posible de un sector donde comenzaban
a asomar cada vez con más fuerza los proyectos personales. Por ese motivo el
análisis que Rodríguez desarrolla en el capítulo cuarto marca un corte importante
ya que reconstruye el impacto de la novedad y el ascenso de Jorge Batlle a los
primeros planos de la dirigencia. Así repasa el proceso de la compleja
recomposición de la Lista 15, en el que se combinan aspiraciones personales con
discursos novedosos. La recomposición de las corrientes originales se muestra
imposible y se impone la división en tres grandes bloques, uno de los cuales (el
que detenta el uso del número, tan emblemático) es liderado por el ascendente
Dr. Jorge Batlle.
En el capítulo quinto se describe la renovación programática de lo que
puede llamarse la «nueva lista 15», en torno a dos ejes: la reforma constitucional
y la liberalización económica. La vocación reformista de los seguidores de Luis
Batlle se manifestó muy tempro, ya que muchos vieron el ensayo colegialista
como una maniobra para impedir una segunda presidencia de su líder. Pero Luis
Batlle tenía un fuerte lazo de lealtad a la tradición partidaria y seguramente
recordaba el entusiasmo de su tío con el proyecto colegiado, por lo que una
campaña en contra le resultaba una idea imposible. Pero el tiempo fue
debilitando el lazo de los batllistas con el colegiado, y la generación de los
«jóvenes turcos» no tenía el mismo afecto por ese formato del poder ejecutivo;
por lo tanto, era previsible que la desaparición de Luis Batlle diera inicio a una
corriente anticolegialista, que arrinconó a la dirigencia más tradicionalista. El
hecho de que el debate reformista se produjera en simultáneo con el proceso de
renovación del liderazgo contribuyó a alinear los bandos en torno a opciones
tácticas: todos se manifestaban reformistas, pero algunos querían esperar hasta
ganar las elecciones mientras que otros (como J. Batlle) pretendían plebiscitar
ese cambio en las elecciones previstas para 1966.
Además de repasar el muy visible involucramiento de J. Batlle con el
proceso de reforma constitucional, Rodríguez Metral rastrea otra novedad que
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será una de las características del batllismo «jorgista»: su vínculo con el
liberalismo económico, que marca una distancia mucho mayor con el batllismo
tradicional. El capítulo rastrea los antecedentes del abandono del dirigismo a
partir del decreto del 3 de agosto de 1956, el primero que apostaba a una política
cambiaria menos controlada por el Estado. Si bien el experimento no dio
resultado, uno de los aportes más interesantes del libro es la reconstrucción de la
adhesión de J. Batlle al pensamiento liberal. En uno de los aportes más novedosos
del libro, Rodríguez Metral rastrea sus orígenes desde un temprano viaje a
Inglaterra en la inmediata posguerra y su profundización en el contacto personal
con los principales conductores de la escuela austríaca, L. von Mises y F. von
Hayek. Estos visitaron Buenos Aires a fines de los años 50 invitados por el Centro
de Difusión de la Economía Libre, que por entonces dirigía Raúl Lamuraglia,
poderoso industrial argentino y suegro de J. Batlle, quien aprovechó la
oportunidad para practicar su alemán y también para hablar de los temas que le
interesaban. La oportunidad de difundirlas debió esperar hasta la muerte de su
padre: Rodríguez Metral anota un sutil cambio de énfasis en el debate económico
cuando Acción comenzó a enfocar la inflación como el principal problema de la
economía uruguaya. Pero las urgencias de la época no dieron tiempo para
profundizar los debates teóricos.
El capítulo final muestra la primera puesta en funcionamiento del
«batllismo liberal» en las elecciones de 1966. En ellas J. Batlle se jugaba mucho
y era difícil que pudiera sentirse satisfecho con otro resultado que no fuera un
triunfo en toda la línea. Venció el Partido Colorado y se impuso la reforma, pero
el reagrupamiento de listas segregadas de la vieja 15 terminó dándole el triunfo
al Gral. Gestido. Rodríguez Metral repasa con cuidado la campaña electoral,
señalando tanto las novedades como su coexistencia con los viejos discursos
tradicionales del sector. Seguramente este resultado no puede verse como una
derrota si pensamos que este programa sería la plataforma desde la que ejercería
una poderosa influencia en el gobierno de Pacheco. En resumen, este estudio
aporta mucho al conocimiento de una etapa que generalmente ha quedado
eclipsada por los acontecimientos de 1968; nos acerca una mirada muy rica de las
complejas (y hasta ahora un poco descuidadas) dinámicas políticas de la primera
mitad de la década del 60, cuando la desaparición de los liderazgos puso en crisis
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las viejas estructuras partidarias y volvió necesaria una renovación que tuvo
muchas de las características de una refundación. ◊
