MATÍAS RODRÍGUEZ METRAL 
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA          - 3 - 
Los  capítulos  segundo  y  tercero,  por  su  parte,  se  concentran  en  las 
organizaciones civiles  y la  movilización juvenil  anticomunista. Por un lado,  se 
examinan  fundamentalmente  los  movimientos  de  padres  y  vecinos  que, 
abrevando  en  la  experiencia  de  comienzos  de  la  década,  se  potenciaron  para 
denunciar  la  infiltración  comunista  en  la  educación.  Con  un  foco  en  la 
Organización  de  Padres  Demócratas,  se  revisan  con  detenimiento  diferentes 
episodios de denuncia y movilización anticomunistas, en especial en localidades 
del interior del país que, al impugnar a las autoridades de los órganos rectores de 
la educación, ambientaron la intervención de la enseñanza dispuesta por Jorge 
Pacheco Areco en 1970. Por otro lado, se aborda la movilización juvenil -que tuvo 
sus  propios  vínculos  con  la  dimensión  anterior-,  cuyo  epicentro  radicó  en  la 
emergencia de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP). Se analiza la emergencia de 
jóvenes que, alejados de la sensibilidad predominante en la época, se definían 
como  «demócratas»  y  organizaban  para  enfrentar  a  las  izquierdas,  mientras 
contrastaban  la  decadencia  existente  en  la  capital  con  un  interior  visualizado 
como  reserva  moral.  Asimismo,  se  reconstruyen  las  acciones  del  «núcleo 
fascistoide» de la JUP, que lideró la toma de locales que, a su vez, se hallaban 
ocupados por estudiantes.  
El cuarto apartado aborda el mundo sindical, considerado como una de las 
principales  amenazas,  donde  se  combinaban  la  represión  con  proyectos  para 
potenciar  un  sindicalismo  alternativo.  Repasando  la  experiencia  de  la 
estabilización de precios y salarios de 1968, en relación a la conflictividad sindical 
que generó y los cuestionamientos anticomunistas que contextualizó, también se 
revisan  las  medidas  que  buscaron  fortalecer  un  sindicalismo  «libre».  Se 
reconstruye la red de iniciativas, especialmente vinculadas a Estados Unidos, que 
sustentó un proyecto que, más allá de la formación de la Confederación Uruguaya 
de Trabajadores en 1969, no colmó las expectativas de disputar la influencia del 
sindicalismo  clasista.  Por  ello,  se  recompone  el  conjunto  de  voces,  tanto 
gubernamentales como patronales, que se coaligaron a partir de 1972 en pos de 
la reglamentación sindical. 
El  capítulo  quinto  está  dedicado  al  ámbito  cristiano,  atravesado  por 
tensiones  que  trascendían  el  marco  nacional.  Reconstruyendo  sus  vínculos 
trasnacionales, se presentan actores defensores de la ortodoxia religiosa, como