CLAVES. REVISTA DE HISTORIA
VOL. 11, N.° 20 ENERO JULIO 2025
ISSN 2393-6584 - MONTEVIDEO, URUGUAY
Pp. 1 -4
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Silvana Espiga Dorado
(2024)
Infancias imaginadas. Relatos,
disputas y representaciones
sociales a inicios del siglo XX en
Uruguay
Montevideo, Telar Ediciones, 380
páginas.
Alfredo Alpini
1
Instituto Profesores Artigas
Uruguay
La obra de Silvana Espiga, docente de Historia y doctora en Educación
(Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la
República), se inscribe en la historiografía que renovó el estudio sobre las
infancias y las representaciones sociales que se construyeron. Desde los pioneros
libros de Philippe Ariès (1914-1984) dedicados a la niñez europea de los siglos
XVI y XVII, pasando por los novedosos planteos de la obra de José Pedro Barrán
(1934-2009) para el caso uruguayo y de las historiadoras de la región (Lucía
Lionetti, María Carolina Zapiola, Valeria Llobet, Claudia Freidenraij, Sandra
Leopold, Graciela Sapriza, Laura Osta, entre otras), que han encontrado nuevas
aristas y fuentes para abordar el mundo pasado de las infancias que, también, es
el de los propios lectores.
1
Alfredo Alpini es Licenciado en Ciencias Históricas (Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación, Universidad de la República, Uruguay). Magíster en Historia (Universidad de
Montevideo, Uruguay). Doctor en Historia (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación,
Universidad Nacional de La Plata, Argentina). Docente del Instituto de Profesores Artigas y de los
Institutos Normales (Montevideo, Uruguay). Secretario de la Sociedad Uruguaya de Historia de
la Educación. E-mail: alfredo.alpini@gmail.com
SILVANA ESPIGA DORADO: INFANCIAS IMAGINADAS. RELATOS...
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Infancias imaginadas es la continuación y la profundización de una
temática que la autora investigó con anterioridad en La infancia normalizada.
Libros, maestros e higienistas en la escuela pública uruguaya 1885-1918 (2015),
donde abordó el estudio de la niñez escolarizada en relación con los discursos
higienistas. Un instrumento fundamental en este proceso de normalización fue el
manual escolar, «que por un lado uniformiza los métodos de enseñanza y por otro
refiere y define un modelo de conducta: el buen niño, el buen estudiante, el niño
sano, entre otros».
Precisamente, el libro Infancias imaginadas analiza las representaciones
sociales de las infancias en las narrativas y en las imágenes de las series de
manuales de lectura utilizados entre 1900 y 1934, escritos por José H. Figueira
(1860-1942), Roberto Abadie Soriano (1895-1992) y Humberto Zarrilli (1898-
1964). En otros términos, la autora interpreta e interpela la construcción
simbólica de una niñez ideal que la sociedad uruguaya y las autoridades escolares
aspiraban modelar. El texto escolar, además de ser un instrumento pedagógico,
se constituye en un documento de época, a través de sus imágenes y significados.
A su vez, la autora discute el modelo de infancia y arquetipo de niño y niña de
aquella sociedad, que se percibía como optimista, cargada de futuro y que tenía a
la cultura europea como parámetro y espejo.
La época histórica de Infancias imaginadas se corresponde con el período
del Uruguay batllista (1903-1933), en el que se fortaleció la enseñanza primaria
laica y republicana, proceso acompañado de un aumento de la matrícula escolar.
Según el censo de 1908, Uruguay tenía un 33 % de habitantes analfabetos, hacia
1935, los analfabetos constituían entre el 8 y el 13 % de la población. Uruguay se
encontraba entre los países con la población más alfabetizada de América Latina.
La escuela, como epicentro cultural, construyó el mito de la excepcionalidad de
Uruguay en el contexto latinoamericano, la Suiza de América iba tomando forma.
Los títulos de los manuales de la serie de Abadie Soriano y Zarrilli son elocuentes
de ese imaginario: Alegría, Tierra nuestra, Uruguay y Optimismo. En este
sentido, la escuela cumplió su labor en la construcción de la identidad nacional,
donde en las imágenes y narrativas mostraban y persuadían a pensar «un país
racialmente idealizado, construido por hombres y mujeres caucásicos, de origen
europeo, sin vestigios de herencia o aporte cultural indígena o mestizo».
ALFREDO ALPINI
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA - 3 -
Los manuales escolares representaron a la infancia como un sector de la
población sobre el cual se debía intervenir de manera preventiva. En este sentido,
el discurso pedagógico, con algunas influencias del escolanovismo, buscó
comprender la naturaleza infantil y sus formas de comportamiento con el objetivo
de formar una niñez moralmente sana y trabajadora. Es así que la escuela y la
cultura letrada fueron vistas como promotoras de los necesarios cambios sociales
y morales a nivel individual y social. Las lecciones de lectura abundaban en
ejemplos moralizantes de cara a evitar la mentira, el engaño y las conductas
desviadas socialmente. En una lectura de uno de los manuales de Figueira se leía
que «el talento no se prueba charlando mucho. Un negro se puede pintar de
blanco el semblante, pero no por eso dejará de ser negro. No creas que se engaña
a la gente con tanta facilidad pues se ve la mentira».
El Cuerpo Médico Escolar aplicó unas políticas sanitarias de cara a formar
ciudadanos sanos y saludables. Las enfermedades venéreas, la tuberculosis y, en
especial, el alcoholismo fueron los tres miedos y los tres peligros de la época, allí
fue donde apuntaron los médicos y los manuales con el objetivo de introducir
prácticas eugenésicas preventivas. Para la autora, esto implicó distinguir a la
población escolar normal de otras infancias minorizadas y subalterizadas (niños
que requerían una vigilancia especial, delincuentes, minoridad, etc.). En este
sentido, abundaron las lecturas sobre los peligros del consumo de alcohol. La
ingesta de alcohol se asoció, en los textos escolares, a los sectores populares, al
analfabetismo y a la falta de autocontrol. Una imagen elocuente de un libro de
Abadie Soriano y Zarrilli predeterminaba el futuro que le espera al joven bebedor.
Un árbol y sus ramificaciones representan los caminos del alcohol y sus
consecuencias: «odio al hogar», «depravación de la mujer», «mendicidad»,
«extinción de la raza» y un largo etcétera que conducía de forma inevitable al
«crimen», la «cárcel» y la «horca».
Es así como el Cuerpo Médico Escolar se convirtió en un agente
fundamental con el objetivo de formar niños y niñas aseadas y saludables. La
escuela tenía como fin social crear un futuro ciudadano saludable y
económicamente productivo. La salud no solo refería a conductas individuales
como la dieta alimenticia, la higiene y el aseo personal, sino también a la mejora
de la «raza» como categoría política y social que definía el estatus de una nación
equiparable a las europeas.
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Por último, Espiga aborda los elementos políticos, cívicos y de género
presentes en los manuales escolares, que preparaban a los niños y niñas para su
ingreso al mundo de los adultos. Según entiende la autora, una pedagogía sexual
moderna basada en imágenes y acciones cotidianas llevó a los niños y a las niñas
a identificar su rol vinculado a determinadas prácticas corporales, sociales y
emocionales. De este modo, como explica la autora, las lecciones intentaron
establecer los sentidos de qué es ser niño y qué es ser niña.
Infancias imaginadas permite comprender no solo cómo se idealizó la
niñez escolarizada, sino también cómo se entendió a los otros niños y niñas que
no asistían al sistema educativo y que vivían y aprendían por fuera de la escuela.
La obra desliza ciertas características que pervivieron en la cultura uruguaya. La
autora explica cómo se mantuvo durante décadas el mito de la excepcionalidad,
cómo la sociedad uruguaya se percibió como una sociedad homogénea,
meritocrática, y problematiza un largo etcétera de mitos fundantes. A través de la
lectura el lector puede hacerse algunas preguntas que interpelan el presente: ¿por
cuánto tiempo perduró esta representación de la infancia?, ¿hasta cuándo pudo
sostenerse ese modelo de niño o niña idealizados e imaginados que retrataron los
manuales escolares?