FERNANDO ADROVER 
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA             - 3 - 
El  segundo  capítulo  profundiza  en  la  idea  del  sacrificio  y  el  martirio, 
concentrándose en el análisis del significado de la figura de Eva Perón, central en 
la  “política  de  las  emociones”  peronista,  por  su  vínculo  con  el  líder  del 
movimiento,  con  el  “pueblo  descamisado”,  por  entrelazar  el  ideal  de  amor 
romántico  con  el  amor/sacrificio  materno  –con  evidentes  resonancias  en  la 
religiosidad  popular–.  Se  analiza  en  esa  “política  de  las  emociones”  la 
importancia de la voz y el gesto –en el contexto de una creciente importancia de 
la  radio,  el  registro  gráfico  y  cinematográfico–,  además  del  contenido  de  la 
palabra de Eva Perón. Gayol concluye que “al nombrar, incorporar de manera 
repetitiva  y  reconocer  el  dolor  mediante  palabras,  gestos  e  instituciones 
específicas el peronismo hizo del dolor una práctica política” (p. 106). 
El tercer capítulo aborda la muerte y el funeral, reconstruyendo testimonios de la 
difusión y recepción de la noticia, el desarrollo y la dramatización del rito fúnebre 
oficial.  Analiza  el  carácter  prescriptivo  del  ritual,  pero  también  su  diálogo 
complejo  con  la  espontaneidad  popular,  que  explica  las  dificultades  de 
organización y gestión de las masas movilizadas que desbordaron la planificación 
inicial.  Es  interesante  el  contrapunto  entre  esos  episodios  iniciales  y  la 
inhumación  en  agosto,  cuando  la  figura  de  Juan  Domingo  Perón  adquirió 
centralidad y se procuró reforzar la mancomunidad detrás del líder y la jerarquía 
política,  con  el  pueblo  como  asistente/legitimador  en  una  procesión  de  tono 
militar  y  monárquico,  y  menos  como  protagonista.  Se  destaca,  además,  el 
protagonismo  de  las  mujeres,  que  exteriorizaron  más  intensamente  sus 
emociones a través del llanto, mantuvieron el espacio y su ornamentación floral 
y asistieron a los concurrentes en su rol de enfermeras. 
Los dos capítulos siguientes analizan el abordaje de la muerte en la prensa y el 
cine, y los telegramas y cartas de pésame enviados por ciudadanos argentinos a 
Perón o a medios oficialistas. Se profundiza y complejiza el abordaje de las formas 
prescriptivas de expresar el dolor y los desafíos a esas formas. Se analiza como la 
muerte  de  Eva  favoreció  cierto  impasse  en  los  estereotipos  de  género  en  las 
formas de exteriorizar el dolor, y cómo ciertas fórmulas de la cultura de masas 
que  el  propio  peronismo  potenció  –claves  en  la  educación  emocional  de  la 
población–  sirvieron  para  expresar  ese  dolor  y  dieron  forma  a  la  comunidad 
emocional  peronista.  También  se  estudia  cómo  las  narrativas  del  episodio