Bibliográficas

Ternavasio, Marcela (2021). Los juegos de la política. Las independencias hispanoamericanas frente a la contrarrevolución, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 262 pp.

Pablo Ferreira
Universidad de la República, Uruguay

Claves. Revista de Historia

Universidad de la República, Uruguay

ISSN-e: 2393-6584

Periodicidad: Semestral

vol. 9, núm. 17, 2023

revistaclaves@fhuce.edu.uy

Ternavasio Marcela. Los juegos de la política. Las independencias hispanoamericanas frente a la contrarrevolución. 2021. Buenos Aires. Siglo XXI Editores. 262pp.


Marcela Ternavasio, autora de referencia en la historiografía rioplatense sobre las primeras décadas del siglo XIX, nos presenta una obra que contribuye a comprender la compleja y poco estudiada, coyuntura de la restauración europea y sus impactos sobre la revolución y las guerras de independencia en el sur de América. Toma como punto de partida una hipótesis no concretada: la posibilidad de una alianza entre las monarquías de España y Portugal para emprender una cruzada contrarrevolucionaria tendiente a recuperar las posesiones coloniales americanas de la primera. Este eventual escenario marcó las expectativas de los protagonistas a ambos lados del Atlántico, generando diversas acciones. La apuesta de Ternavasio pasa por recuperar el presente de los protagonistas e interrogarse respecto a las trastiendas en que se tomaron las decisiones en un momento en que las independencias latinoamericanas parecieron quedar en suspenso.

Toma como clave analítica la metáfora del juego, reconstruyendo un tablero político y diplomático desdoblado en diversos escenarios, con un conjunto variable de actores, reglas en definición y sin terceros imparciales reconocidos por todos. Los actores, a juicio de Ternavasio, deben elegir entre cooperar y competir, medir los costos de sus decisiones y lograr que las comunidades a las que representan las acaten. En tal sentido, presenta su trabajo como un “ejercicio intelectual, una apuesta historiográfica y un experimento de escritura”, que entre sus particularidades tiene la de estar elaborado en tiempo presente. La propuesta implica hacer una historia de las decisiones sustrayéndola de la ilusión retrospectiva tan propia de las historiografías nacionalistas. El enfoque se ubica en el cruce entre diplomacia, política y guerra, apostando a incluir a actores disímiles, que van desde las diplomacias especializadas de las monarquías, los improvisados agentes de los poderes revolucionarios, así como también a un vasto abanico de aventureros, especuladores y espías que resultan fundamentales para entender estos procesos.

El trabajo se estructura en tres partes. En la primera, bajo el título de “¿Imposturas?”, analiza las alternativas proyectadas entre 1814 y 1815 en torno a la expedición de Pablo Morillo, así como las especulaciones y estrategias que generó a ambos lados del Atlántico. Discute la tradicional tesis de la impostura (según la cual España amaga atacar un punto para atacar otro) y destaca la importancia de los contactos y negociaciones entre las coronas ibéricas. La corona española necesitaba el respaldo portugués para cualquier empresa de reconquista en el Río de la Plata y esta última monarquía condicionó su apoyo a concretar algunas de sus reivindicaciones territoriales históricas. En ese sentido, la alianza que parecía sencilla desde lo dinástico e ideológico, resultó compleja si se la estudia desde las seculares tensiones entre las coronas ibéricas, siendo su fracaso inicial una posible explicación del cambio de destino de la expedición. La autora analiza las estrategias desplegadas en el Congreso de Viena por ambas coronas, pero también reconstruye la importancia de Río de Janeiro como enclave diplomático. Esta “Viena tropical”, es descripta como un espacio de diplomacia y sociabilidad, donde se encuentran plenipotenciarios europeos y agentes de los gobiernos revolucionarios, desterrados y exiliados voluntarios que se mueven, todos ellos, en busca de protección, espacios de negociación, así como información sobre los acontecimientos del mundo.

Otro aspecto estudiado son las posibilidades de cooperación al interior del campo revolucionario. Es decir, hasta qué punto el temor a una alianza hispano-lusitana pudo activar la posibilidad de posponer los conflictos entre la conducción bonaerense y las fuerzas de José Artigas. Ternavasio presenta la compleja construcción del enemigo que realizan los distintos bandos y como se superponen y entrelazan los conflictos con la metrópoli y las múltiples tensiones surgidas a partir de la desestructuración de los espacios americanos. Este doble nivel de conflicto, hace que los alineamientos no estén predeterminados y presenten márgenes de flexibilidad, lo que explicaría el hecho de que los distintos grupos revolucionarios y contrarrevolucionarios, en uno u otro momento, hayan podido negociar con sus enemigos. En ese plano, una de las conclusiones es que la hipótesis fallida de una coalición entre España y Portugal no resultó suficiente amenaza para unir a las dirigencias revolucionarias.

La segunda parte, titulada “¿Traición o acuerdo secreto?”, analiza la negociación de un doble matrimonio entre las casas de Braganza y Borbón, así como los efectos que generó la ocupación de la Provincia Oriental por fuerzas lusitanas en 1816. Las negociaciones del doble enlace fueron parte de una estrategia impulsada por sectores que buscaron concretar la alianza entre ambas coronas. Destaca Ternavasio el rol que cumplió la princesa Carlota Joaquina -esposa de Juan VI y hermana de Fernando VII - en las negociaciones, así como el papel destacado del círculo de exiliados realistas provenientes de Montevideo que se movían en su entorno. El estudio del avance portugués sobre Montevideo y la Provincia Oriental se realiza exponiendo la pluralidad de actores y agendas que estos despliegan. Ternavasio analiza las gestiones del exiliado montevideano Nicolás Herrera y del enviado diplomático de las Provincias Unidas, Manuel García, ante la Corte de Río. Ambos, con sugerentes matices, impulsan una acción unilateral portuguesa sobre territorio oriental que permita bloquear la posibilidad de una invasión española y debilitar al partido oriental. El gobierno portugués vio en la coyuntura la posibilidad de alcanzar sus pretendidas fronteras naturales y avanzó sobre Montevideo dejando de lado las negociaciones que, en forma paralela, llevaba adelante con la monarquía española.

Finalmente, bajo el título “¿La reconquista imposible?”, se exploran las opciones restauradoras que se despliegan desde y hacia el Río de la Plata entre 1816 y 1820. Un primer eje está puesto en la declaración de independencia realizada por el Congreso de Tucumán en 1816, destacando los aspectos militares, diplomáticos y de política interna que inciden en esta decisión. También aborda, bajo el subtítulo de “intransigencias”, la posición del artiguismo en 1817, que habría llevado al frente revolucionario al punto más extremo de conflicto interno. Esto lo contrapone con la inicial voluntad conciliadora del Director Juan Martín de Pueyrredon, quien habría estado dispuesto a formar un frente anti-lusitano. En tal sentido, señala la autora que la tan mentada complicidad del gobierno de las Provincias Unidas (en un todo) con la ocupación lusitana de la Provincia Oriental, debe pensarse como punto de llegada y no de partida de un complejo camino de intransigencias y desconfianzas mutuas. Producida la ocupación parcial del territorio oriental por los lusitanos se analizan las negociaciones y mediaciones llevadas adelante para superar el conflicto entre ambas coronas. A juicio de la autora, Portugal maneja los tiempos y presenta los hechos como consumados. Por su parte, la corona española busca una mediación inglesa que no logra y queda sumida en el dilema que implica no poder enfrentar a Portugal, pero tampoco contar con su apoyo para la reconquista de sus antiguas posesiones.

Otro aspecto estudiado son las distintas propuestas monárquicas que impulsó y valoró el gobierno de las Provincias Unidas, contrastando la estrategia de Manuel García -orientada a plegar el destino de las Provincias a Portugal y tensar la relación de esta monarquía con España-, con la que lleva adelante Bernardino Rivadavia en Europa, buscando un monarca de linaje como factor clave para el reconocimiento del nuevo estado en el concierto de las naciones. Las propuestas monárquicas chocan con los temores de las potencias europeas de alterar los inestables equilibrios logrados en 1815, así como con las resistencias de los pueblos y ejércitos politizados e identificados con los valores revolucionarios. La última parte se cierra en la coyuntura crítica que transcurre en los meses finales de 1819 e inicios de 1820. En este lapso se suceden la negativa de San Martín a trasladar sus fuerzas al frente Atlántico, la sublevación del Ejército del Norte en Arequito, la derrota directorial en Cepeda (que implicó la caída del Directorio, del Congreso y la reciente Constitución) y finalmente la revolución liberal acaecida en España.

El año 1820 marcaría el fin de las partidas iniciadas en 1814 y que tuvieron como hipótesis la unidad contrarrevolucionaria de las coronas ibéricas. La autora se interroga en el epílogo por la existencia de ganadores y perdedores en el tablero esbozado inicialmente. Analiza los múltiples proyectos derrotados, describe la compleja construcción del enemigo que realizan los distintos actores y resalta la importancia de los nexos entre diplomacia, política y guerra. Asimismo, destaca a modo de cierre, como las decisiones no dependieron exclusivamente de los agentes ni de los mecanismos institucionales, sino también de los entramados sociales en que se inscribieron y sobre los que recaían sus consecuencias. ◊

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